Publicado el 20/01/2017 en Innovación

Los objetivos SMART son un clásico de los cuales todos hemos oído hablar alguna vez pero ¿cuántos de nosotros aplicamos los objetivos o metas a diario en nuestra vida o negocio?

Veamos rápidamente qué son los objetivos Smart y el significado de cada una de las letras de SMART junto con algunos ejemplos prácticos de su uso.

Antes de empezar no olvidemos que “tener objetivos claros es el primer paso hacia el éxito”.

Objetivos SMART, ¿Qué son?

El primer uso del término SMART se lo debemos a George T. Doran quien en 1981 publicó un paper llamado “There’s a S.M.A.R.T. Way to Write Management’s Goals and Objectives”.

SMART (listo, inteligente en inglés) es una metodología que nos permite No olvidar los elementos* indispensables a la hora de redactar un objetivo eficaz.

En definitiva, S.M.A.R.T. es un acrónimo de 5 elementos:

• Specific (eSpecífico)
• Measurable (Medible)
• Achievable (Alcanzable)
• Relevant (Relevante)
• Timel-bound (a Tiempo)

Ventajas al redactar objetivos Smart

• Los objetivos Smart son fáciles de entender.

• La metodología Smart se basa en establecer metas que se puedan De esta manera sabremos claramente cuando un objetivo ha sido alcanzado (concluido).

• Redactar objetivos sirve como guía a lo largo de todo un proyecto.

• Definir objetivos permite a un grupo de trabajo identificar las metas y asignar tareas y responsabilidades a cada miembro.

SMART: Cómo hacer objetivos reales

Cada una de las cinco características que no pueden faltar a la hora de redactar un objetivo “inteligente”.

#1 Específico (Specific)

Al definir un objetivo Smart, éste no debe ser ambiguo, ya sea que fijemos metas personales o si trabajamos junto a un equipo de trabajo.

Una buena forma de lograrlo es redactar un objetivo específico es respondiendo a la mayor cantidad de preguntas:

  • Qué. Detalle de lo que queremos lograr con nuestro objetivo.
  • Cuál. Incluir posibles obstáculos reales que nos impiden alcanzar nuestro objetivo. Nos anticipamos al 3er punto de esta
  • metodología (achievable).
  • Quién. Persona asignada para alcanzar un objetivo. Puede tratarse de un trabajo delegado para un tercero. En muchos casos somos nosotros mismos.
  • Dónde. Si la ubicación es relevante para cumplir un objetivo no debemos olvidarnos del “dónde”.

#2 Medible (Measurable)

Si no medimos el progreso de un objetivo nunca sabremos cuánto nos falta para alcanzar una meta. Un objetivo para ser Smart debe ser cuantificable.

Al redactar un objetivo debemos hacernos estas preguntas:

  • ¿Cuánto? ¿Cuántos?
  • ¿Cómo sabré cuándo se haya cumplido? (con el objetivo o meta).

Medición implica seguimiento.

#3 Alcanzable (Achievable)

Al crear un objetivo debemos pensar seriamente si se trata de algo posible de alcanzar. Los objetivos realistas nos tienen que animar a seguir adelante y no desalentarnos. Pero ¿será que ya tenemos las habilidades y herramientas necesarias para lograrlo? ¿No habrá alguna etapa o paso anterior que nos estamos dejando de lado?

Un objetivo alcanzable debe responder:

  • ¿Cómo se puede alcanzar una meta?
  • ¿Qué tan posible de lograr es la meta?

#4 Relevante (Relevant)

Un objetivo para ser relevante debe encontrarse de acuerdo a la estrategia global de nuestra marca, empresa o estrategia personal.

Algunas preguntas para definir objetivos relevantes:

  • Por qué. Preguntarnos el “para qué” de algo nos ayuda a darnos cuenta si se trata o no de un objetivo importante. Daremos prioridad a aquellos que realmente lo son.
  • ¿El objetivo individual es importante para el objetivo global (estrategia)?
  • ¿Es el momento adecuado para plantear este objetivo?
  • ¿La persona asignada al objetivo es la correcta? (empresa, grupo) ¿Soy la persona correcta? (marca personal / profesional).
  • ¿El objetivo se adapta a la realidad o contexto en el que nos encontramos?

#5 Tiempo límite (Time-bound)

Es fundamental establecer una fecha límite para cumplir un objetivo.

Resulta importante fijar un marco de tiempo para evitar que ciertas tareas sean pospuestas por nuevos problemas que parecen “aparentemente” urgentes.

Al formular un objetivo Smart deberemos preguntarnos:

  • ¿Cuándo deberá estar terminado? Fijar una fecha límite.
  • ¿Qué debo hacer hoy, mañana, pasado…? Evitar emergencias o urgencias.
  • ¿Qué debo hacer dentro de 6 meses? Evitar apagar fuegos dentro de 6 meses.

 

Conseguir redactar un objetivo de manera inteligente es la diferencia entre éxito y fracaso.

Fuente: Extracto de nota de Sebastián Pendino